En Venezuela la falta de libertad
de expresión es un tema que se suele hablar mucho. Normalmente suelo escuchar a
estudiantes de comunicación o hasta los mismos periodistas diciendo que en
Venezuela se viola el artículo 57 y 58 de la constitución, los cuales hablan
sobre la libertad de expresión. Algo que suele ser verdad, pero no lo considero
un impedimento para informar.
En Venezuela no existe ningún medio
televisivo el cual contenga equidad. Ni siquiera el canal del país, Venezolana
de Televisión. ¿Esto es un impedimento para informar? En cierta parte se nos
puede hacer más difícil llegar a los venezolanos pero no imposible. Vivimos en el
2015, tenemos otros medios para seguir informando. El problema no es la falta
de libertad de expresión, el problema es la auto-censura y el amor que se perdió
hacia nuestro trabajo.
¿Qué sucedió con esa clase de periodistas
como los del año de 1962? Periodistas a los cuales se les prohibió nombrar las
siglas FALN (Fuerzas Armadas de Liberación Nacional) pero aún así y contando
solo con el medio impreso y con su voz no dejaron el tema atrás, supieron ingeniárselas
y llamarla “Las cuatros letras” algo que se puede ver sencillo e inútil pero es
algo que ya no hacemos en la actualidad. No pensamos que somos PERIODISTAS, la
voz de nuestro país.
Si no dejan escribir a un
periodista sobre una noticia en un periódico no la escriben y ya, sin saber que
tienen la solución en sus narices. Tenemos cientos de medios para seguir
informando, podemos crear un blog y hablar de lo que queramos, no importa si lo
leen cuatro o cinco persona pero por lo menos sentirán la satisfacción de que
escribieron lo que les inspiró sin ningún tipo de problemas.
Vuelvo a decir que es cierto que
nos censuran pero es algo que se ha hecho desde siempre, siempre los gobiernos
toman los medios a su favor, pero los periodistas pasados cruzaron por momentos
más difíciles y aun así, siguieron escribiendo. Un claro ejemplo de esto fue el
gobierno de Jaime Lusinchi, que a mí parecer fue el presidente que mas censuró
a los medios. Un presidente que le quitaba las divisas a los medios impresos –únicos
medios informativos de aquella época- un presidente que mandó a golpear a un
periodista solo por publicar secretos sobre su romance con su secretaria y el
presidente que hasta mandó a lanzar una bomba a un periódico de Mérida. Pero
los periodistas siguieron escribiendo, siguieron informando. ¿Por qué? Porque
era lo que les apasionaba y no tenían miedo de lo que les sucediera.
Estamos perdiendo esa pasión que
debe tener un periodista. Nos estamos dejando consumir por el miedo y no
debemos ser así.
¿Qué pasa si en la actualidad nos
corren de una conferencia de prensa? –Algo que comúnmente sucede- ¿No somos lo
suficientemente ingeniosos como para buscar la manera de volver a entrar y
conseguir lo que fuimos a buscar a ese lugar? Les recuerdo que si escogimos
estudiar periodismo fue por algo, y si no lo saben entonces se deben preguntar
que fue para que así vuelva a crecer esa pasión que todos los periodistas tanto
de Venezuela como los del resto de los países debemos sentir.
De algo se debe estar claro, el
periodismo es una carrera arriesgada. Muchos la ven como fácil pero al encender
un televisor y ver una noticia sobre una matanza en Petare o algún reportaje en
la cárcel de Tocuyito o Tocorón, no se dan cuenta que la persona que está
parada detrás de esa cámara, mientras en el fondo ocurre una balacera es un o una
periodista que está arriesgando su vida, porque esa fue la carrera que decidió
estudiar y por la que daría su vida. Porque en ese momento no lo ve como un
trabajo, lo ve como algo que le gusta hacer.
Recuerden, no por cualquier cosa
el periodismo se le conoce como “El Cuarto Poder”.
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